Elecciones y después…

Todo seguirá igual el lunes en Argentina


A horas de la asunción de la nueva presidenta de Argentina reproduzco un artículo publicado horas antes de los comicios del 28 de octubre de 2007 en De Igual A Igual

por RK

Horas de reflexión les llaman. Momentos previos a la elección de un presidente en que se vive con cierta incertidumbre en Argentina. Que se eligen diputados. Que nadie o casi nadie sabe quiénes son los candidatos. Apatía en las calles. ¿Apatía al sistema? Me pregunto por lo bajo. Y el lunes siguiente ¿Qué? Seguirá subiendo el pan, la papa y la leche. Los pobres seguirán siendo entonces cada vez más pobres. Los ricos seguirán incrementando sus riquezas. Entonces estas elecciones no habrán servido para nadie. Todo eso pienso mientras se me ocurren algunas imágenes macondescas de un país que vive la crisis eterna. Crisis de estructuras dice el marxismo. ¡Y cuánta Verdad! Gane quien gane mañana perderán los de siempre. Los nadies. Que como diría el escritor uruguayo Eduardo Galeano, valen menos que la bala que los mata.

Y nos machacan. Hay que ir a votar. Hay que elegir responsablemente. Hay que ser un ciudadano responsable. Pero quienes esto afirman son los grandes medios masivos de comunicación que intentan educar al pueblo. Domesticarlo como se domestica a un perro. Al fin y al cabo los candidatos con más posibilidades de ocupar un cargo son sponsoreados por las mismas empresas que controlan esos medios masivos. ¿Sabe qué? En De Igual A Igual, medio donde tengo la libertad de escribir lo que quiera le digo al lector: HAGA LO QUE QUIERA. Lo que sienta. Pero antes de escuchar los consejos de un canal de TV o una radio escuche a su interior y reflexione. Reflexione críticamente ¿Cree de verdad que después del domingo de resurrelección algo va a cambiar en Argentina? Yo no lo creo. O mejor dicho si lo creo: se seguirán profundizando las desigualdades. Porque seamos claros. Los Principales contendientes nos prometen más capitalismo. Está claro. Una Argentina del primer mundo solo puede ser capitalista. Y esto créame solo trae más desigualdad. ¡Qué no! Replican los medios. Que algún día estaremos mejor. Pero los pobres de Argentina no pueden seguir esperando otros 500 años para estar mejor. No pueden seguir enterrando a sus hijos que mueren por desnutrición en un país que produce alimentos para 300 millones de personas. Mañana votamos. Mire usted: solo iré a votar para evitar esos líos que dicen que uno puede tener por no ir a votar. Porque vaya sistema democrático donde lo obligan a uno ir a votar. Es que el sistema no confía en si mismo para darnos la libertad de elegir si ir o no a votar sin coacción, castigo o sanción. Y créame, me lo ha dicho un amigo que nunca ha ido a votar: NO PASA NADA, aún con la ley de obligatoriedad. Es que son muchos, y parece que cada vez más los que no van a votar. Los apáticos que no creen en nadie. Pena que un sistema que se hace llamar democrático genere indiferencia en sus ciudadanos ¿No lo cree el lector? A ver. Tratemos de repasar el nombre, solo el nombre (no busque propuestas porque no las encontrará) de los catorce candidatos a presidentes. Si, son catorce ¿No lo sabía? Va a votar mañana sin saber que hay catorce candidatos para ocupar el sillón de Rivadavia… vaya sistema que no nos comunica quiénes son los candidatos para ocupar el sillón presidencial. O los sillones legislativos de la máxima cámara de representantes del país. Aquí el punto: como puedo votar a quien no conozco. Y si voto a quien si conozco ya se que desde el lunes se mantendrá este sistema. Por eso no puedo votar. Porque a los que no conozco no los conozco, y a los que conozco mantendrán este sistema que conozco. Y créame señor lector: es un sistema injusto. Que crea injusticia. Como la viene creando hace más de un siglo. Desde que la patria es patria. Insisto. Este sistema no se cambia con una elección. No. No y definitivamente tampoco con LAS BOTAS DE LOS MILITARES. Es que ya se cuál es su razonamiento. El mensajero sugiere que no se vote mañana. El mensajero está pidiendo las botas en vez de los votos. Y créame que no. Y entre las botas y los votos sin dudas me quedo con los votos. Pero razón tiene el refranero popular que nos dice que si votar sirviera para algo ya estaría prohibido. Como lo hicieron tantos golpes militares en nuestro país. Ahora si estos votos no permiten cambiar el sistema pues tampoco me convencen estos votos. Botas no. Pero definitivamente (estos) votos tampoco. Después del lunes vendrán los análisis de siempre. Esos que nos vienen acompañando desde 1983, desde que el país no ha dejado de votar. Y ya imagino las editoriales de esos medios de comunicación de los que le hablaba más arriba. Y los imagino porque los conozco. Pierda cuidado lector. La historia nos enseña que es posible cambiar este estado de cosas de un país rico con un pueblo empobrecido. Pero insisto. Esta realidad no será modificada mañana con su voto. Ni el lunes, cuando comiencen a entrevistar por radios a los ganadores.

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